A lo largo de mis años como estudiante de secundaria en un
instituto, han resultado recurrentes las ocasiones en las que he advertido cómo
los discentes dejaban de estar atentos en las clases de Lengua y Literatura. No
obstante, el problema no yace del poco interés de estos por lo materia, sino
que radica muchas veces en las metodologías empleadas por los docentes para
exponer la asignatura, pues estas resultan un tanto anticuadas. Así que yo,
Alazne Manjón, como profesora a
través de dos prácticas innovadoras para alumnos de 1º de Bachillerato,
pretendiendo demostrar así a los alumnos que existen numerosas ideas eficaces
para que disfruten del aprendizaje de esta asignatura que hasta ahora tanto les
aburría en el aula.
Durante la primera sesión, la docente realizará una pequeña
prueba oral para verificar si todos los integrantes del grupo se han leído y
han entendido la obra correctamente. A continuación, los alumnos serán
separados en los grupos anteriormente organizados y empezar a desglosar su parte de la obra
para ponerse de acuerdo en cómo se va a proceder en la realización de la obra
interactiva. De este modo, además de incitar el desarrollo del pensamiento
crítico del alumnado, pues deben seleccionar los fragmentos que consideren más
relevantes, la cooperación será fomentada. Posteriormente, le entregarán un
borrador al docente en el cual expongan los fragmentos seleccionados y
expliquen cómo los van a desarrollar en la historia interactiva.
Una vez concluida la primera sesión, tras la puesta en común
entre los integrantes del grupo sobre su percepción de la obra, se pasará a la
segunda fase del proyecto, la cual será completada durante la segunda y la tercera
sesión. Estas dos sesiones se realizarán en el aula de ordenadores, pues los
alumnos necesitan el uso de estos para poder crear la historia interactiva en
Scratch. Durante estas sesiones la profesora deberá ir dando feedback a
los alumnos sobre sus trabajos para que ellos sean conscientes de si están
haciendo un buen trabajo o tienen que modificar alguna cosa para conseguir un
resultado más ceñido a la historia original. Por último, en la cuarta y última
sesión, los alumnos deberán exponer en el aula su parte de la obra a modo de historia interactiva delante
de los demás compañeros para que puedan conocer la parte de la obra tan bien como lo han
hecho ellos, pero esta vez de una manera mucho más divertida y amena.
Finalmente, he de señalar que este proyecto debe realizarse de una manera inclusiva, por ello, se ha dividido a la clase en grupos aleatorios y además estos contarán con el apoyo del docente. En el caso en que hubiese alumnos con discapacidades, esta actividad podría realizarse de la misma manera, verbigracia, un alumno con discapacidad visual podría disfrutar igualmente de la actividad ya que en Scratch existe la opción de poner audio a la historia para no solo ver lo que ocurre en la pantalla, sino que se puede escuchar también. En el caso de que las discapacidades fuesen de otro tipo, por ejemplo, si hubiese discentes con déficit de atención o superdotación, podrían incluirse variantes para hacer las actividades más fáciles o difíciles. En conclusión, la creación de esta actividad interactiva pretende ser una metodología activa en la que los alumnos tomen parte de un proyecto cooperativo e innovador.
Referencias:
Pérez, M. C.
(2011). Creatividad: Reto de Innovación Educativa. Alpha
Editorial.
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